Hemos pasado de tener derechos constitucionales como seres humanos a ser un dato en nuestra vida virtual. ¿Alguien por casualidad habia pensado porque internet es «gratis»?, porque nosotros somos el oro, los verdaderos canales que hacen que el contenido fluya por la red. De ahi que el funcionamiento de la red sea un ejemplo democratico. Pero solamente en su aspecto puramente filosofico, puesto que en lo crematistico, el monopolio esta servido desde sus reciente popularidad inalámbrica.
Como creador y jurista, me han interesado estos aspectos que son el paso previo a los cambios legislativos: la manera de vivir. Esa nueva actitud que hace que hoy en dia sean los Millennials quienes dirigen las tendencias a seguir en la pirámide de la sociedad de la informacion. Estos jóvenes veinteañeros son los nuevos cumplidores de sueños, los poseedores del genio de la lampara simplemente con su deseo de evolucionar. Aquellos a quienes la política no ha frenado la imaginación con un modelo de económia pesudo-robótica.
Es dificil planterselo, pero el concepto de dinero tal y como lo conocemos puede estar cambiando al incrementarse nuestra presencia en una herramienta que mueve el mundo con un solo dedo, el indice del poder. Aquel que puede hacer de la reputación desastres como le ha ocurrido recientemente a Marta Sánchez; o milagros como le ha ocurrido al joven cantante Salvador Beltrán. En la red, todo se sabe, aunque no todo se lee, pero si que se retuitea.
En definitiva, nuestros gustos, nuestros datos, nuestros contactos, son el néctar que las grandes compañías tecnológicas necesitan para atraer a sus fuentes financieras: la publicidad. Hasta Apple en su nueva version de Mountain Lion, nos solicita para usar la función «dictado», el envío de toda nuestra informacion del Mac, incluido los contactos, a Apple para poder usarla. Algo a lo que no he sucumbido, a pesar de estar acostumbrados a darle a «aceptar» sin leer los «contratos de verdad», como decía mi abuela Dolores en la peli de iPhone «I Agree»; no estaría de más que:
A) leyéramos las condiciones generales y,
B) escribieran las condiciones generales menos farragosas y más comprensibles para el usuario.
El mundo esta cambiando gracias a nosotros, como siempre, a nuestra creatividad, a nuestros deseos, a nuestra voluntad. A veces a pasos agigantados y otras a paso de burra, depende del momento y del lugar. Lo que si evoluciona mas rápido es la mente. Asi que no olvidemos sujetar bien las riendas para que nuestro corazon y nuestra alma pongan un equilibrio en esta vida cada vez mas abstracta, intangible pero, más fácil de entender.
Por todo ello, reclamo un humanismo virtual, para que se fomente mas la seriedad en internet, asesorado por profesionales expertos en ello y aprendamos a navegar seguros y sabiendo que con cada click estamos abriendo una pestaña de nuestra vida virtual y que tendrá, tarde o temprano, una consecuencia en nuestra realidad humana.
«El Rey de Internet con los derechos humanos». Reportaje emitido en CNN en Español.