Es tan poca la querencia de los españoles por su bandera que hasta en el concierto de Robbie Williams la única bandera que ha presidido el fervor del público ha sido la portuguesa.
La tela de Robbie Williams.
Ese hecho simboliza el desapego que existe en nuestro país por nuestros valores nacionales dejando incluso perder tradiciones culturales en vías de extinción como ciertos estilos cinematográficos y musicales. Por no hablar de la poesía española cuyo siglo de oro marco las tendencias mas innovadoras precediéndo lo que serían los blogs.
Pero más allá de valoraciones o hipótesis es claro que un trozo de tela ha conseguido bloquear la evolución de una nación que algún da fue un imperio y cuya salvación está al otro lado del charco, donde a pesar de haber sido conquistados valoran el idioma, la cultura heredada e incluso la compagina con la propia ancestral.
Esta claro que este asunto no ha nacido con motivo de la crisis sino que ha sido resultado de unas malas hierbas que nunca se han arrancado de raíz.
Cambiar es actuar con amor y respeto, que es el idioma universal de los seres humanos, por encima de la política, la economía y el poder en si mismo.
Pero todo en esta vida tiene solución. Es cuestión de ejercitar nuestra actitud y ponernos en forma. En buena forma física se encuentra nuestro artista invitado hoy: Robbie Williams quien a la vez de estar cantado y moviéndose por todo el escenario es capaz de marcarse media docena de ‘push ups’.
Flexión e inflexión, es mi deseo que todos seamos capaces de superar los bloqueos y como dice el artista británico «Let Me Entertain You«.
#piensaenalgobueno